Desde estos días de inicio del curso, es conveniente establecer una lista de rutinas y horarios, que nos ayuden en el día a día. Los hábitos son una herramienta útil, que se forman a través de nuestras redes neuronales, a medida que aprendemos algo y lo consolidamos sin esfuerzo mediante la repetición de una rutina.
Para conseguir establecer estos hábitos es necesario seguir una serie de rutinas y procesos que nos mantengan enfocados con los objetivos que queramos conseguir. Estos son algunos consejos para lograrlo.
En primer lugar hay que sentarse a pensar qué queremos cambiar en estos días, qué tipo de rutinas hemos de incorporar, de qué tiempo disponemos o cómo podemos organizarlo. El truco está en empezar poco a poco, con metas más pequeñas y ampliar según vayamos cumpliendo objetivos y pasen los días. Por lo tanto, primero hay que definir un plan de acción: horario familiar, deberes de los niños, comidas,… Es importante ser realistas y no imponernos de antemano metas que no vamos a cumplir.
Las reglas de cada familia serán diferentes ya que se pueden ver influenciadas dependiendo de la situación, madurez o necesidades de los hijos y las familias en general.
Las reglas y normas pueden ser muchas y muy variadas, pero todas tienen algo en común: deben ser específicas y fáciles de entender. Son herramientas de enseñanza y guían el comportamiento de los niños de forma positiva.
Tomar parte de escoger las decisiones no implica necesariamente que los jóvenes no las rompan, pero les ayudará a entender cuáles son las reglas y por qué se necesitan. Se pueden escribir para que lo puedan recordar diariamente, además, si están escritas serán más claras y se evitarán discusiones sobre lo que está o lo que no está permitido porque quedará claro.
Además, si las reglas están en una zona visible se podrá acudir a ellas en cualquier momento que sea necesario tanto para los niños como para adolescentes. Para los niños más pequeños se pueden hacer dibujos o montar imágenes para que se muestren bien las reglas de convivencia y luego, ponerlo donde todo el mundo pueda verlos.
Dentro de estas normas, en este momento está la realización de un PLAN DIARIO a través de un HORARIO que marque nuestra RUTINA.
Aprovechamos el tiempo, hay que poner tanto obligaciones como actividades de ocio que nos gusten o que queramos probar, así como tiempos de descanso. Nos debemos relajar y así quitar presión.
Las tareas familiares han de ser consensuadas, acordes a la edad, repartidas y compartidas.
RECURSOS PARA CONSEGUIRLO
Un recurso muy potente que nos va a ayudar a ordenar nuestro día es nuestro director de orquesta, ¿Ya lo tenemos en marcha.?
Vamos a explicar a nuestros papás y mamás quien es el director y qué hace. Para ello nos vamos a ayudar de este vídeo que muchos ya hemos visto juntos:
Cuando hablamos del director nos estamos refiriendo al proceso cognitivo de Planificación es el proceso mental más elaborado, complejo y avanzado. Es como el director de una orquesta: sabe lo que tiene que hacer, ordena, selecciona las estrategias para llevarlo a cabo, aplica, evalúa, y realiza las modificaciones y mejoras necesarias. Y en este momento es necesario utilizarlo para trazar nuestra rutina.
Él nos va a ayudar ahora a crear NUESTRO PLAN:
1. Tendremos qué saber que tareas tenemos que realizar. Se trata de saber QUÉ TENEMOS QUE HACER. Acuérdate de incluir:
- Horario para levantarse y acostarse
- Horarios de desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena
- Tareas obligatorias
- Tareas de descanso y ocio donde puedes incluir actividades de ocio que realices solo y actividades con mi familia. No olvides el ejercicio físico y momentos para no hacer nada.
- Tareas familiares que nos permitan tener la casa en orden y reunirnos
2. Una vez que tengamos nuestra lista vamos a priorizar QUÉ TENEMOS QUE HACER CADA DÍA DE LA SEMANA. No le asignes demasiado tiempo a la tele, móvil, play…
3.¿Ya sabemos qué tenemos que hacer y las prioridades? Pues vamos a pasar a realizar cómo lo vamos a hacer asignando una hora a cada tarea. Es lo que llamamos HORARIO
- Con los niños, es necesario que cada actividad vaya acompañada de un ritual que les ayude a introducirse y a fijarla en su día a día. Si se van a hacer deberes, por ejemplo, se puede preparar la habitación y los materiales que se van a utilizar siempre de la misma forma.
4.Ahora toca cumplirlo
5.Y al final de la jornada, es conveniente realizar una revisión. Todo el mundo sentado y tranquilo debe comprobar lo que se ha hecho en el día y ver si se han cumplido las metas. Tampoco ha de verse como un examen, sino más bien como una forma de hacer un seguimiento que permita ir mejorando poco a poco y ver en qué se ha fallado para poder ponerle remedio y así evitar que vuelva a pasar. Y por supuesto, en el caso de los niños, es aconsejable premiar todos los logros que se consigan y además haremos las correspondientes modificaciones para mejorar nuestras rutinas
Esto no es solo para los niños y las niñas de la casa. Es para TODA LA FAMILIA. Recordad nuestra mente necesita RUTINAS Y HORARIOS.