Cinco claves básicas para organizar el lugar de estudio

  1. Siempre el mismo. Los seres humanos somos animales de costumbres. Por eso, que nuestros alumnos/hijos dispongan de un lugar específicamente dedicado al estudio les ayudará a adquirir buenos hábitos y mejorará su capacidad de concentración.
  2. Bien iluminado. Su vista lo agradecerá. Lo ideal es que el espacio disponga de luz natural. Si no, se recomienda contar con una luz indirecta, que ilumine toda la habitación, y una luz directa, como un flexo que alumbre el lugar de estudio. Además, si tus alumnos/hijos usan un ordenador o una tabletapara hacer sus tareas, ten en cuenta que sus pantallas deben situarse perpendiculares a las ventanas, nunca enfrente o de espaldas a ellas. Además, en este caso, la iluminación de la habitación deberá ser homogénea, para que no fuercen la vista cada vez que retiran la vista de la pantalla.
  3. Dotado del mobiliario y el material adecuados. Nuestros alumnos/hijos deben contar con unos muebles ajustados a su tamaño, que les permitan adoptar una postura correcta a la hora de estudiar, y tener a mano todas las herramientas que necesitan. La lista de lo imprescindible está formada por:
    • una mesa amplia, donde quepan el ordenador o tableta, los libros, los cuadernos, y herramientas como los lápices, bolígrafos, rotuladores, calculadora etc.;
    • una silla con respaldo, ajustada a su edad y estatura, y acorde con la altura de la mesa.
    • estanterías donde guardar los libros. Deben estar situadas a una altura adecuada, para que puedan alcanzar fácilmente sus herramientas de estudio;
    • material para el estudio: libros, cuadernos, ordenador o tableta, agenda (puede ser virtual, con Google Calendar), tablón de corcho y material de papelería.
  1. Aislado, tranquilo y libre de distracciones. Un lugar silencioso y alejado de tentaciones como el móvil o la televisión permitirá a tus hijos enfrascarse en el estudio más fácilmente y concentrarse mejor. Si no es posible, dadas las dimensiones de la vivienda, es recomendable que bajéis el tono de las conversaciones o el volumen de los dispositivos electrónicos, en aras de sus horas de estudio.
  2. Bien ventilado. Para un mayor rendimiento, es recomendable airear la habitación frecuentemente (cada descanso, por ejemplo), y mantener su temperatura entre los 19 y los 22 grados, de modo que al estudiar, tus alumnos/hijos no pasen ni demasiado frío ni demasiado calor.

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