- Siempre el mismo. Los seres humanos somos animales de costumbres. Por eso, que nuestros alumnos/hijos dispongan de un lugar específicamente dedicado al estudio les ayudará a adquirir buenos hábitos y mejorará su capacidad de concentración.
- Bien iluminado. Su vista lo agradecerá. Lo ideal es que el espacio disponga de luz natural. Si no, se recomienda contar con una luz indirecta, que ilumine toda la habitación, y una luz directa, como un flexo que alumbre el lugar de estudio. Además, si tus alumnos/hijos usan un ordenador o una tabletapara hacer sus tareas, ten en cuenta que sus pantallas deben situarse perpendiculares a las ventanas, nunca enfrente o de espaldas a ellas. Además, en este caso, la iluminación de la habitación deberá ser homogénea, para que no fuercen la vista cada vez que retiran la vista de la pantalla.
- Dotado del mobiliario y el material adecuados. Nuestros alumnos/hijos deben contar con unos muebles ajustados a su tamaño, que les permitan adoptar una postura correcta a la hora de estudiar, y tener a mano todas las herramientas que necesitan. La lista de lo imprescindible está formada por:
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- una mesa amplia, donde quepan el ordenador o tableta, los libros, los cuadernos, y herramientas como los lápices, bolígrafos, rotuladores, calculadora etc.;
- una silla con respaldo, ajustada a su edad y estatura, y acorde con la altura de la mesa.
- estanterías donde guardar los libros. Deben estar situadas a una altura adecuada, para que puedan alcanzar fácilmente sus herramientas de estudio;
- material para el estudio: libros, cuadernos, ordenador o tableta, agenda (puede ser virtual, con Google Calendar), tablón de corcho y material de papelería.
- Aislado, tranquilo y libre de distracciones. Un lugar silencioso y alejado de tentaciones como el móvil o la televisión permitirá a tus hijos enfrascarse en el estudio más fácilmente y concentrarse mejor. Si no es posible, dadas las dimensiones de la vivienda, es recomendable que bajéis el tono de las conversaciones o el volumen de los dispositivos electrónicos, en aras de sus horas de estudio.
- Bien ventilado. Para un mayor rendimiento, es recomendable airear la habitación frecuentemente (cada descanso, por ejemplo), y mantener su temperatura entre los 19 y los 22 grados, de modo que al estudiar, tus alumnos/hijos no pasen ni demasiado frío ni demasiado calor.
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