Sorprenden los bancos de peces que, de repente y sin saber porqué, cambian de dirección como si fueran un solo organismo, las formaciones de pájaros que cruzan el cielo en perfecta formación, los enjambres de insectos que actúan de forma sincronizada y organizada,… En todos los casos, no hay una estructura clara ni una organización preestablecida, pero si un fin común.
Desde luego cualquiera puede tener buenas y malas ideas, pero ésta dependía del aporte y la suma de muchos. Sin este trabajo compartido no era posible hacerla realidad.