Para ayudaros a conseguirlo os presentamos Alike, un corto que nos explica como tenemos que aprender de los más pequeños.
En la ciudad gris de Alike, todos los adultos son como máquinas dóciles, programadas para trabajar y hacer las mismas tareas cada día. No pueden salirse del patrón, ni perder ni un minuto. El padre del pequeño protagonista es uno de ellos. Pero su hijo, aún conserva esa ilusión, esa curiosidad y esa imaginación que llena el mundo de sueños y color. Por eso, disfruta cada mañana y se levanta ilusionado porque en medio de esa enorme ciudad gris aún sobrevive un pequeño islote de color, en donde un músico deja que la música fluya como lo hacen los sueños. Es la isla de la imaginación. Es el lugar en donde el tiempo parece detenerse para dar espacio a los sueños.
Pero la ciudad gris no permite que nadie se detenga a pensar ni imaginar. Ni mucho menos que el pequeño pueda hacer sus ejercicios de clase con toques personales y diferentes. No le dejan ser él, sino que debe ser como todos los demás.
El papá, que recibía color gracias a la ilusión y la felicidad de su hijo, se torna definitivamente gris en cuanto su hijo pierde esa ilusión. Al darse cuenta del error, busca remediarlo y le lleva al islote de la creatividad. Pero el músico ya no está, porque la imaginación y la creatividad, si no se alimenta, muere… Así que no le queda más remedio que ponerse en el lugar del músico e imaginar.. y soñar… para que su hijo, y gracias a él, él mismo, puedan recuperar el color.