Nuestras características sensoriales, cognitivas y afectivas se convierten en impedimentos en ambientes aversivos a nuestra neurología: es aquí donde la discapacidad acontece. Y esta es invisible, se observa a través de nuestros intentos de defensa que son catalogados negativamente. Lo anormal, lo antinatural para nosotros es vivir sin vivir autistamente: sobreviviendo. Comprender esto es importante para trabajar con el capacitismo interiorizado que sentencia que no merecemos apoyos, ajustes, derechos como aquellos cuya discapacidad «sí se ve».
Os invitamos a visionar el siguiente vídeo de Ernesto Reaño