Si no se controla, el estrés a largo plazo puede contribuir a una larga lista de problemas de salud física y mental. El estrés prolongado puede causar presión arterial alta, debilitar el sistema inmunológico y contribuir a enfermedades como la obesidad y las enfermedades cardíacas. También puede provocar problemas de salud mental como ansiedad y depresión, trastornos que se están volviendo más comunes en la juventud, según estamos viendo por recientes estudios. Para evitar estas situaciones, no está de más recordar cómo se puede prevenir y qué podemos hacer para ayudarles a controlarlo

7 tips para prevenir el estrés infantil

Aunque sea difícil creerlo, los niños también pueden sufrir de estrés. La sociedad actual les plantea demandas que hacen que, muchas veces, se vean sobrepasados por la situación y presenten síntomas de estrés infantil. Por eso, queremos contarte algunos tips para prevenirlo.

¿Qué puedes hacer para prevenir el estrés infantil?

Baja velocidad y presión a la rutina diaria. Los niños que viven al límite de tiempo nunca son niños tranquilos. Procura que, en la mañana, antes de salir a la escuela, tus hijos tengan tiempo para preparase con calma.
Dialoga con ellos cada vez que tengas la oportunidad. Es fundamental que sepas si hay algo que agobia a tus hijos en sus vidas diarias. Pregúntales si todo está bien en la escuela, descarta que sean víctimas de acoso y mantente al tanto de las señales.
Controla la cantidad de actividades extraescolares. Aunque es fundamental cultivar el interés y el talento, también lo es dejarles tiempo para que puedan ser niños. Haz lo posible para que la cantidad de responsabilidades y compromisos no llegue a ser agobiante y perjudicial.
Sé modelo de comportamientos asertivos. Si quieres que tus hijos aprendan a reaccionar de una forma saludable ante las situaciones que los ponen a prueba, debes empezar por hacerlo vos. Aprovecha las dificultades para brindarles una perspectiva más abierta y optimista de los problemas.
Asegúrate de que tengan una rutina apropiada de sueño. Los niños que tienen un descanso de calidad son menos propensos a sufrir de estrés infantil. Además, estarán preparados para procesar la información que reciben en la escuela.
Limita el uso de la tecnología. Los chicos que pasan muchas horas frente a una pantalla tienen más posibilidades de sufrir de estrés. Invítalos a realizar actividades diferentes al aire libre y aléjalos por un rato del televisor y el móvil.
Practica con ellos cualquier actividad física. Los niños también necesitan canalizar su energía de una forma saludable que ponga en armonía sus cuerpos y mentes. Basta con caminar al aire libre unos minutos, dar un paseo en bicicleta o jugar a la pelota.